martes, 24 de julio de 2012

Vale, lo reconozco, mi preocupación de los viernes es saber que me voy a poner para salir de fiesta y cuando ya he salido de casa, me miro en todos los espejos para ver si se me ha encrespado el pelo. Cuando llevo tacones me siento invencible, y cuando termino de arreglarme incluso me veo "guapa", eso sí, cuando vuelvo a mi casa parezco Chucky el muñeco diabólico. No soy de esas chicas que le gusta lo fácil, me va lo difícil y lo complicado de ganar. Soy muy sensiblona, sobre todo por las noches, no se por qué. Soy de las que están tanto en los momentos buenos como en los malos, doy lo que recibo, si tú pasas de mi, yo paso de ti, conmigo no funciona eso de "te ignoro para que te enamores", a mi me ignoras y te mando a la mierda. Supongo que te pasa lo mismo que a mi, quieres a alguien que te quiera y que te lo diga, que te bese cuando te vea sin ningún complejo y que tenga miedo de que te pase algo. Que te apoye, que te de sorpresas y que de noche te llame para que bajes a la calle y te esté esperando para decirte ''Buenas noches princesa". Pero no te ilusiones, eso nunca pasará, sólo pasa en las películas, porque en la vida real hay gente que no se da cuenta de que el amor es cosa de dos personas, que ni todas las brujas llevan escoba y que no todas las zorras están en el bosque.

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